Madrid, 22 de Septiembre de 2015

José María Cañas, losojosdeltigre.com

Treinta y cuatro años después de disputar su última Copa Intercontinental (entonces denominada como Mundialito de Clubes) el Real Madrid va a volver a disputarse el cetro mundial ante el Bauru brasileño en una eliminatoria a doble partido cuyo primer envite se disputará este mismo viernes a las 2 de la mañana (21:00 en Brasil).

Si bien es cierto que el prestigio de esta competición aún no es muy grande, los chicos de Pablo Laso no quieren desaprovechar la oportunidad de seguir haciendo historia y lograr un histórico repoker que pondría la guinda a la pasada temporada (no en vano, si el Madrid está en Brasil es gracias a la conquista de la Novena el pasado mes de Mayo).

Sin embargo, y pese a la diferencia obvia de potencial entre ambos equipos la misión no va a ser ni mucho menos fácil tal y como recordaba el propio Pablo Laso hace tras el encuentro de pretemporada del pasado sábado en Sevilla: "Nos viene pronto el primer título. Tengo a seis jugadores jugando para otros equipos y vamos a ver cómo terminan los cinco españoles y el lituano para ir rápidamente a Brasil, cambiando el chip para estar preparados para un título que será muy complicado por jugarlo allí, ante el campeón y tras el verano que hemos vivido".

La realidad es que tal y como reconoce el propio técnico blanco en estas declaraciones el equipo madridista apenas ha podido contar con menos de la mitad de sus componentes en lo que se lleva de pretemporada. A las ausencias en estos entrenamientos y partidos de los seis que jugaron la final del Eurobasket (Llull, Sergio Rodríguez, Rudy Fernández, Felipe Reyes, Willy Hernangómez y Jonas Maciulis) hay que sumar a Andrés Nocioni y Gustavo Ayón que hace apenas unos días volvieron del FIBA Americas y a un Jeffery Taylor que aún no ha podido debutar debido a unas molestias.

Además de todos los problemas que pueden surgir debido a la falta de conjunción del equipo, Laso deberá salvar el escollo del estado físico de un Rudy Fernández que abandonó la pista del Pierre Mauroy en la final del Eurobasket tras un bloqueo de Paulius Jankunas y la propia experiencia de un rival que jugará en casa y cuenta con jugadores con experiencia en Europa como el ex de Maccabi Álex García o el exmadridista Rafael Hettsheimeir.

Así pues, los blancos deberán estar más atentos que nunca y echarse en las manos de un Jaycee Carroll que está haciendo una pretemporada espectacular si quieren conquistar su quinta Copa Intercontinental y, de esta forma, reconquistar el cetro mundial más de 3 décadas después.

Madrid, 26 de Septiembre 2015

José María Cañas, losojosdeltigre.com

Cuando el Real Madrid llegó a Brasil era consciente de todo lo que se iba a encontrar: sabía que, pese a la diferencia de calidad entre ambos conjuntos, el partido no iba a ser nada fácil, que el baloncesto del Bauru era muy diferente al europeo, que primaban mucho más los lanzamientos exteriores que la pintura, que la defensa del equipo paulista iba ser férrea y a base de golpes, incluso traje y base escandalosamente. Sin embargo, lo que nadie podía prever (y mucho menos el equipo blanco) era la gran exhibición desde la línea exterior de un viejo conocido: el ex madridista Rafael Hettsheimeir.

El exjugador de Madrid y Unicaja (entre otros muchos equipos) se ha marcado un auténtico festival en la segunda parte del partido que le ha enfrentado los blancos. Como si de una reencarnación del histórico killer brasileño Óscar Smith Becerra se tratara, Hettsheimeir ha sacado una y otra vez su fusil (más de una vez desde más de ocho metros) a lo largo de los últimos 15 minutos para dar un histórico triunfo al Bauru que ahora obligará al Madrid a ganar el domingo por más de un punto si quiere alzarse con su quinta Intercontinental.

Igualdad inicial

El primer cuarto del partido transcurrió tal y como se esperaba . Trey Thompkins abría el partido con la primera canasta oficial del Madrid esta temporada, pero la falta de sintonía de un equipo que no ha completado un sólo entrenamiento con todas sus piezas impedía que el Madrid lograra llevar la iniciativa en estos primeros minutos.

Numerosos fallos por parte de ambos equipos dieron paso a alternancias en las ventajas. Si el Bauru lograba marcharse tres arriba tras dos triples consecutivos de Jefferson y Day, el Madrid respondía a base de entradas y tiros libres para acabar liderando el partido al final de este primer periodo por 17 a 19.

Los árbitros impiden la escapada blanca

El triple con el que Rudy Fernández abría este segundo cuarto parecía anunciar una escapada blanca pero el técnico local Jorge Guerra, Guerrinha, enseguida puso en cancha a una segunda unidad mucho más dura y peleona que enseguida metió el partido en un embudo del que al Madrid le costó salir.

De repente cada ataque del Madrid empezó a encontrarse con brazos brasileños y una permisividad arbitral que en la otra zona no existía, lo que logró que el Bauru sumara un parcial 10 a 0 ante un Madrid impotente que, para colmo, veía como a Nocioni se le señalaba una técnica sin motivo aparente.

En ese instante Pablo Laso decidió poner en cancha a sus hombres más guerreros. La tripleta formada por Jonas Maciulis, Chapu Nocioni y Felipe Reyes sería la encargada de sacar al Madrid de este mal momento. Poco a poco estos soldados universales junto a un gran Luka Doncic (a quien felicitaría en Twitter el internacional brasileño Leandro Barbosa) en la dirección fueron apoderándose del partido y permitiendo que el Madrid se distanciara en el marcador (29-35).

Sin embargo, y pese a que el Bauru no lograría una canasta en juego en los últimos seis minutos de este cuarto ya madrina un horario romper el partido. La defensa a base de golpes y de estratagemas que superaban los límites del reglamento seguía imperando en el partido por lo que la pintura parecía vedada para el ataque blanco. Y con todo esto siete puntos de ventaja fue el único botín que el Madrid pudo llevarse al descanso (30-37).

Hetts resucita al muerto

La irrupción del Real Madrid tras el paso por vestuarios no pudo ser más estelar. Sendos triples de Carroll, Llull y Rudy más 3 tiros libres del americano cuando apenas se llevaban dos minutos desde la reanudación colocaban un parcial de 12-2 que disparaba el Madrid hasta los 17 de ventaja (32-49).

Sin embargo, cuando la sentencia parecía un hecho volvieron a aparecer los del silbato. Tras un amago de reacción liderado por Hettsheimeir y cortado de raíz por Carroll, una nueva técnica señalada a los de blanco cambiaría el sino del partido.

Hacía ya minutos que Guerrinha había decidido endurecer la defensa hasta límites muy alejados del reglamento sin que los árbitros hicieran nada para desesperación de los blancos, por lo que esta técnica provocaría que los blancos perdieran un control del partido que ya no volverían a recuperar.

Para colmo, los triples que al principio de este período favorecían a los blancos comenzaron a caer de lado brasileño, en especial a través de las muñecas de un Hettsheimeir que tuvo un acierto desde la larga distancia nunca mostrado en ninguno de los equipos en los que jugado en la ACB(cerca del 60%).

El Madrid estaba completamente fuera del partido para hartazgo de un Laso que veía como el Bauru cerraba el cuarto con su enésimo triple consecutivo y a tan sólo 3 de desventaja (59-62).

El Bauru consuma la sorpresa

Este triple al final del final del tercer cuarto daría aún más alas a un Bauru que acabaría poniéndose por delante gracias, cómo no, a un triple de Meindl (67-66).

El Madrid necesitaba reaccionar y lo haría a través de las muñecas de Llull y Thompkins que con un parcial de 0-7 , darían una mínima ventaja a los blancos.

Pero de nuevo volvería a aparecer el que probablemente serán nuevo jugador de Estudiantes, Rafa Hettsheimeir. Un par de triples cayéndose permitieron al Bauru seguir de cerca a un Madrid que resistía gracias a varias canastas de media distancia de Trey Thompkins.

Pero la efectividad del Bauru desde el triple seguía creciendo (7/9 en este cuarto) por lo que no fue de extrañar que a falta de 22 segundos Álex García lograra poner empatar el partido a 89.

El Madrid tenía posesión para llevarse el partido pero una durísima falta en el bloqueo a Felipe Reyes le llevaría a la línea, donde sólo sería capaz de anotar uno de los dos tiros libres y le dio la oportunidad al Bauru de ganar el encuentro.

Guerrinha no desaprovecharía el tiempo muerto y planeó una jugada que acabó dejando sólo a un Ricardo Fischer que le daba el partido al Bauru ante el júbilo de todo el pabellón. Ahora al Madrid sólo le queda corregir errores en este descanso de cara a la segunda mitad de que se disputará el domingo.

Madrid, 26 de Septiembre 2015

José María Cañas, losojosdeltigre.com

El Real Madrid se ha coronado como campeón del mundo tras conquistar la Copa Intercontinental, quinta de su historia (el que más tiene), tras vencer en el segundo partido de la final a un Bauru brasileño que no pudo retener el punto de ventaja (91-90) conquistado hace 48 horas.

Además, con este nuevo título el Madrid sigue haciendo historia ya que se convierte en el primer club del mundo en conquistar cinco títulos en una sola campaña (Supercopa, Copa del Rey, Euroliga, Liga Endesa e Intercontinental).

El Madrid se dispara al inicio

La inesperada derrota del Madrid en el primer partido y las baja de última hora de Rudy Fernández (a la que había que sumar la ya sabida de Jeffery Taylor) había desatado la euforia en las gradas de un abarrotado Ginasia de Ibirapuera ansioso de que el baloncesto brasileño sumara su segunda Intercontinental consecutiva (tras la conquistada la temporada pasada por el Flamengo ante el Maccabi).

Sin embargo, en la cancha la sensación era muy diferente y el nerviosismo fue la nota predominante en los inicios de este segundo encuentro en el que se tardaron hasta dos minutos y medio en romper el 0-0 inicial. Estaba claro que la primera canasta podía ser muy importante en un partido en el que la cabeza podía ser más importante que la muñeca o el corazón.

Tal vez por ello es por lo que sería Jaycee Carroll el encargado de abrir el marcador. Una bandeja y un triple del norteamericano ponían el 5-0 inicial, pero ahí no pararía el empuje de los jugadores blancos , conscientes de que el Bauru ya fue capaz de remontar 17 puntos en el primer choque, y entre Llull, Ayón y de nuevo Carroll lograron poner un 12-0 de parcial inicial que sólo sería capaz de romper Álex García con un tiro libre.

Todo parecía bien encaminado pero al igual que sucediera 48 horas antes los colegiados decidieron igualar la contienda señalando una inexplicable técnica a Laso que ayudaría (junto con la infinidad de faltas no pitadas en la defensa paulista) a que los brasileños recortaran la diferencia a tan solo 5 puntos amenazando con repetir la machada del tercer cuarto del anterior encuentro e igualar la contienda antes del final del cuarto.

Sin embargo, en ese instante aparecería Nocioni para volver a poner las cosas en su sitio. El Chapu, principal responsable con su gran Final Four de que el Madrid estuviera en Brasil, cogería los galones y anotando 7 puntos consecutivos (el último, un gigantesco triple a tabla sobre la bocina) que dejaban la diferencia en 9 puntos al final de los primeros 10 minutos (24-15).

Un dominicano, un mexicano y un griego

Esto que parece el inicio de un chiste no lo fue ni mucho menos para un Real Madrid que estuvo a punto de pagar muy cara su presencia en la cancha. República Dominicana, México y Grecia son los países de origen de los tres colegiados que a punto estuvieron de expoliar al equipo blanco en este segundo cuarto.

Ya en un tiempo muerto del primer partido Laso tuvo que tranquilizar a sus chicos recordándoles que ya sabían el arbitraje que iban a sufrir, pero el vergonzoso concierto dado por los colegiados en la madrugada del pasado sábado (hora española) fue el mejor arbitraje de la historia comparado con lo que iban a sufrir los madridistas en el segundo partido.

En el inicio de este segundo periodo el Madrid poco a poco se vio inmerso en el juego sucio e ilegal practicado por un conjunto brasileño que podía realizar hasta seis faltas flagrantes en un solo ataque y a un solo jugador (vease defensa de Álex García sobre Nocioni) sin que ningún colegiado se atreviese a señalar nada. De hecho, sólo la presencia de Sergio Rodríguez parecía evitar que el Bauru lograse igualar la contienda.

Pero eso se acabaría rápido. Cuando los árbitros se vieron obligados a señalar la enésima falta sobre el Chacho, el chicharrero impactó el balón contra el suelo en señal a la vez de alivio y enfado. ¿Resultado? Una técnica que podía permitir al Bauru seguir remontando y que provocó que tras anotar sus dos tiros libres Sergio lo celebrase tímidamente con una señal dirigiendo los dedos índice y anular al árbitro dominicano (el mismo que, curiosamente, hace tres años celebró en Twitter una derrota del Madrid de fútbol) lo que le conllevaría una segunda técnica y su consiguiente descalificante. El Madrid tendría que jugar con apenas 9 jugadores el resto del partido.

Esta nueva tropelía terminaría de desconcentrar a un equipo blanco harto de sufrir faltas en cada ataque lo que aprovecharían los brasileños para igualar la contienda a falta de cinco minutos para el descanso.

En esos instantes en los que parecía que el Bauru podría acabar llevándose el partido aparecería un titán. Gustavo Ayón, consciente de que el Madrid necesitaba un líder emergería para capturar todos los rebotes y permitir un nuevo parcial blanco que permitiría al Madrid igualar el parcial del cuarto y llevarse 9 de ventaja al descanso (49-40).

La segunda unidad rompe la defensa brasileña

La parcialidad arbitral no cambiaría en los primeros compases de la segunda mitad y en apenas 50 segundos el Madrid ya sumaba una pérdida y dos faltas en contra. Conscientes de que los árbitros iban a permitirles mucho mas a su rival, los de Guerrinha cerrarían aún más su defensa impidiendo que los de Laso anotaran en los dos primeros minutos y dejando la ventaja madridista en apenas cuatro puntos (50-46).

Cuatro tiros libres consecutivos de Hettheimeir volvían a igualar la contienda pero cuando peor iban las cosas dos robos consecutivos de Luka Doncic (el jugador más joven que ha disputado una Intercontinental superando así al mítico Dino Meneghin) permitían al Madrid lograr un parcial de 6-0 que daba algo de aire a los blancos. Un aire que sería viento cuando Thompkins volvía a estirar la ventaja antes del final del tercer periodo (66-57).

Thompkins y Llull cierran el partido

El Madrid estaba realizando un partidazo pero visto la historia de esta final no podía fiarse tal y como demostraría Álex García en los primeros minutos del cuarto definitivo. Tres canastas consecutivas del escolta brasileño volverían a reducir la diferencia a tan solo cinco puntos.

El Madrid necesitaba reaccionar y lo haría a través de las muñecas Thompkins (bandeja + triple) y Llull (dos triples) que liderarían un parcial de 11-4 que dejaba la Intercontinental muy cerca de los blancos a falta de tres minutos para el final(80-68).

Los de Laso ya solo debían dejar pasar el tiempo y controlar el rebote. Dicho y hecho. En estos últimos ataques, los blancos decidieron alargar las posesiones hasta casi 24 segundos y Ayón volvió a convertirse en un titán capturando tres rechaces consecutivos que ponían el punto y final a este torneo (91-79).

Pese a los árbitros el Madrid había logrado sumar su quinta intercontinental, su quinto torneo consecutivo y, tras y como ponía en sus camisetas consecutivas, cerrar la temporada perfecta.

Sergio Llull fue designado MVP de este torneo tras lograr 21 puntos en el segundo partido de la final. Con este galardón Llull completa un año mágico en el que ha sido nombrado MVP en tres torneos (Supercopa 2014, Final de Liga 2015 e Intercontinental). Una bestialidad para un jugador que este verano renunciaba a la NBA para seguir vistiendo de blanco.