Los primeros partidos del Real Madrid de Baloncesto se disputaron al abrigo de la tribuna del Estadio de Chamartín junto al bar en el que se reunían todos los madridistas.
Esta primera sede no era más que una cancha al aire libre alrededor de la cual se colocaban los espectadores para ver, sobretodo, los emocionantes duelos ante el Rayo.
Con la Guerra Civil se paralizaron todas las competiciones y el Madrid se buscaría otro destino.