El verano de 2008 quedará marcado como uno de los momentos más importantes de nuestro baloncesto. En los JJ.OO. de Pekín, España sumaría su segunda medalla olímpica tras caer ante el mismo rival ante el que ya lo hiciera 24 años antes en Los Angeles. Sin embargo, esta vez la final sería muy diferente. Aunque al igual que entonces, los americanos eran técnica y físicamente insuperables, los españoles no se arrugaron y lucharon hasta el final contra unos rivales que habían aplastado a todos sus enemigos (incluyendo a la propia España) y contra unos árbitros que se empeñaron en colgar el oro a los americanos. Gracias a ello esa final será recordada como uno de los mejores partidos de la historia.
Es por ello, por lo que esta peña junto a nuestros amigos de las Peñas Universitaria y Trapibasket decidimos rendir un homenaje a estos héroes que se dejaron la piel en Pekin. Y es que la medalla no fue de plata sino de oro blanco. Además el partido escogido no fue casualidad ya que se disputaba entre los dos combinados que más miembros de aquella selección reunían: un Unicaja - Real Madrid.