Liga Endesa 2020-2021

Madrid, 26 de Diciembre de 2020

José María Cañas, losojosdeltigre.com

Llegó el día que todos los organizadores de la Liga Endesa esperan de que se sortea el calendario: el día del Clásico de Navidad. Y es que como todos los años, Madrid y Barça se enfrentarán en un duelo en la cumbre que, aunque generalmente, no es decisivo de cara a la clasificación final sí que puede provocar que mientras que en la inmimente Nochevieja mientras uno brinda con champán el otro quiera meterse en la cama antes de las uvas. Y es que por mucho que no haya demasiado en juego (mmás allá de saber si el Madrid podrá distanciarse un poco más de su eterno rival) un Llull-Calathes, un Carroll-Kuric, un Deck-Mirotic, un Hanga-Rudy o un Tavares-Davies siempre es muy atractivo.

Sin embargo, como todo lo ocurrido durante este maldito año este clásico no va a ser como el de años anteriores. En primer lugar porque, quitando el de la Supercopa este va a ser el primer Clásico sin gente en las gradas, uno de los grandes alicientes de este tipo de partidos y que en esta ocasión no se va a poder cumplir. En segundo lugar, porque, a diferencia de como suele ocurrir, este Clásico navideño no se va a disputar en el Palau sino en el Wizink Center lo que seguramente provoque que, a diferencia de otros años, el conjunto de Pablo Laso sí se tome más en serio este partido e intente no caer con estrépito como suele ocurrir por estas fechas.

Pero si hay por algo por lo que este clásico será especial es por el asunto Thomas Heurtel. Después de que los dirigentes del Barcelona se enteraran esta semana de que su descarte tenía pensado firmar por el Madrid no solo rompieron su acuerdo de rescisión sino que le impidieron volver con el equipo desde Estambul, lo que ha provocado un terremoto de reacciones y parece que un gran cisma dentro del vestuario y la institución culé. Finalmente Heurtel no se vestirá de corto con ninguno de los dos equipos este domingo pero seguro que gane quien gane su nombre resonará en las mentes de todos.

Madrid, 28 de Diciembre de 2020

Realmadrid.com

El tercer Clásico de la temporada acabó del lado del Barça en un partido muy igualado que se decidió en el último cuarto. El Real Madrid entró en los 10 minutos finales por delante en el marcador pero su rival fue más regular en este periodo y logró una ventaja que defendió hasta el final a pesar de la reacción blanca. Llull, con 14 puntos, fue el máximo anotador de los de Laso que, aun así, acaban el año líderes de la Liga con dos victorias más que los azulgranas y un partido menos. Tavares firmó otro doble-doble con 11 puntos, 11 rebotes y 23 de valoración.

El partido con un ritmo vertiginoso en ataque. Y lo que es más complicado, con muy pocas pérdidas (los madridistas no cometieron ninguna) y una gran fiabilidad. El Real Madrid sumaba con las penetraciones de Laprovittola (4 puntos) y los triples de Causeur (8 puntos) y Abalde (6) frente a un Barça en el que destacó Mirotic (14) en un primer cuarto de máxima igualdad (22-23).

Las continuas rotaciones de Laso y Jasikevicius mantenían un ritmo altísimo de intensidad con ambos conjuntos repartiéndose alternancias en el marcador. Deck y un gran Llull (11 puntos con 3 triples sin fallo) llevaron el peso ofensivo del Real Madrid, que intentaba correr y que en defensa cerró el grifo de Mirotic en estos segundos 10 minutos. Sin embargo, el Barça logró encontrar respuesta con Oriola y Higgins para dejar otro cuarto de marcado carácter ofensivo (24-23) y que desembocó en empate a 46 al descanso.

El partido se endureció en la segunda parte y los puntos empezaron a cotizarse algo más, sobre todo en el primer tramo del tercer cuarto, en el que el Barça se adaptó mejor a la nueva situación y cogió 5 de ventaja (46-51, min. 22). Supo reaccionar el Madrid en un momento delicado con mayor influencia en el juego de Tavares y un Carroll fresco para retomar la delantera con el 65-64 con el que terminó este cuarto tras un parcial de 19-13.

En la vorágine de parciales en el que se había entrado el Clásico, el Barça sumó el primero más largo en el arranque del último cuarto con Hanga y Kuric como protagonistas, que le daban 12 de ventaja a falta de 4 minutos (72-84). Al Real Madrid se le había atragantado la mayor actividad defensiva de los azulgranas y se vio abocado a la remontada. Pero faltó el acierto que había tenido a lo largo del partido y aunque lo dio todo para alcanzar a su rival, acortando la desventaja al 80-84, no le quedó tiempo (82-87, min. 40). Toca pasar página porque en 48 horas otro durísimo partido, el último del año, ante el Anadolu Efes (martes, 18:30 h, Dazn).